Carta de una madre cubana, maestra de profesión.
La Habana, 15 de julio de 2021
A: Miguel Díaz Canel Bermúdez
Primeramente quiero que sepa que soy de procedencia humilde, mi padre fue un digno revolucionario que junto a otros miembros de la clandestinidad tuvo que salir meses a a los EEUU porque estaban "quemados" (por orientación de sus líderes) y que regresó en enero del 59 a su país orgulloso del triunfo, a pesar que otros de su grupo prefirieron quedarse allá y establecerse. Aquí fue dirigente hasta que se jubiló. Jamás gozó de beneficios pues sus valores no le permitieron vivir con egos, trabajó duro siempre, entregado a sus ideales.
Mi madre, siempre leal, activa y ejemplo como trabajadora, vivió para inculcarnos el amor por la patria.
Yo estudié en San Antonio de los Baños (ese mismo pueblo que cortó las cadenas hace tan solo cuatro días) durante seis años, becada como todos en mi generación, pero con una diferencia: compartía escuela con los hijos de quienes dirigían el país, esos que mientras yo iba al campo con kikos plásticos y al llegar al albergue tenía que lavarlos para quitarles el fango y volver a ponérmelos para la docencia, porque no había dinero para comprar otros, ellos se quedaban en la escuela descansando pues no podían "exponerse", esos que cuando había exámenes lo hacían dentro de las cátedras y no en el aula y nunca "supimos el porqué", pero no nos llamaba en ese entonces la atención pues de alguna manera justificábamos esas "buenas intenciones".
Siempre quise ser maestra y luché para lograrlo cuando no cualquiera entraba al pedagógico, como ahora, que uno de los aspectos en nuestra evaluación es el captar estudiantes de 9no grado para carreras pedagógicas, como si se tratara de coser y cortar, que hay que convencerlos independientemente de que tengan vocación o no, porque de lo contrario tenemos que comparecer en una reunión semanalmente después de una ardua jornada de trabajo y somos cuestionados duramente si no alcanzamos la meta. A mi generación (que dicho sea de paso usted nos entregó el título en el Carl Marx, siendo el Ministro de Educación Superior y al que admirábamos en aquel momento por su jovialidad e incluso por su físico) nadie la obligaba a estudiar esta carrera, que es todo amor y dedicación, pero ahora hay que CUMPLIR un plan, que no se entiende, pero que no estamos para entender y yo le pregunto: lo estamos haciendo bien?
Decirle que después de muchos años en el ejercicio humano de formar generaciones he llegado a preguntarme qué estamos haciendo? Por qué tenemos que vivir con miedo de expresar que no estamos de acuerdo con algo que no tiene lógica, ni pie, ni cabeza. En Quinto y Sexto grado se le enseña al niño(a) de 10 y 11 años, en la asignatura Educación Cívica sobre la familia y la cooperación entre ellos, el buen comportamiento en la sociedad, el cuidado de la propiedad social y la propiedad privada, los deberes y derechos, cómo exigir el cumplimiento de ellos y aquí me detendré, cómo seguiremos enseñando al estudiante a exigir sus derechos (siempre con respeto) después de estos sucesos de julio, si están viendo que sus familias salieron el 11 a exigir sus derechos, pacíficamente, sin palos, sin piedras, incluso con sus manos en alto y recibieron como respuestas golpes, balas, palos y todo porque a usted se le ocurrió llamar a la violencia en su comparecencia, cómo usted pudo pedir que salieran al enfrentamiento de esa manera, cubanos contra cubanos, sin importar que hubieran estudiado juntos o que sean vecinos, solo por el hecho de pensar diferente a vosotros, de querer una vida real, con las condiciones que se necesitan. Por qué no gozamos del sistema de salud que ustedes profesan al mundo? Si no solo es la carencia de medicamentos (que ustedes sí tienen) y que nosotros tenemos que comprarlos a precios millonarios cuando aparecen, si no las malas condiciones de los Consultorios Médicos, con filtraciones desde hace años, sin espacios, sin ventilación o iluminación, el pésimo trato en los hospitales, de eso puedo dar fe, tiradas por mí, que los propios médicos te digan que no tienen qué mandarte, que si lo puedes buscar en el extranjero, es ofensivo e inhumano vivir así, por qué no se le permite al pueblo de a pie soñar con un paseo, igual que lo hacen ustedes, por qué aquí es un lujo soñar con que nuestros hijos o nuestros nietos puedan disfrutar de una comida decente, vestir sin tener que pagar precios abusivos, por qué es un deshonor querer ser una "persona" de verdad, como ustedes, acaso no tenemos derechos?? Entonces lo escuchamos pedir a Cuba, mi Cuba (no la de ustedes evidentemente) más sacrificios, una y otra vez, sacrificios y es cuando aparece ese muchacho alardeando de sus poderes económicos, de su inaguantable deseo descontrolado de demostrar cuanto tiene y como lo disfruta, creo que se llama Sandro, lo conoce usted? Pero continúan pidiendo sacrificios porque el "imperialismo nos oprime y nos bloquea" jajajaja qué burla tan grande, señor Díaz Canel, eso le he inculcado a mis alumnos por más de 17 años, qué vergüenza, que ahora vean que ni siquiera tienen interés en intervenir Cuba, como yo se los enseñé, he sido una gran mentirosa dentro del aula, la historia la cambió usted mismo, ahora qué le diremos si en 48 horas usted, nuevamente usted, decidió que recibamos las migajas, medicinas, aseo y comida dentro de maletas de aquellos,que según usted, solo quieren nuestra sangre derramada, será que me perdí con tanta locura? Por qué esperar a que manden, no Señor Díaz Canel, nosotros lo queremos adquirir aquí, en nuestras tiendas, en nuestras farmacias, no queremos agradecerles nada a esos "señores imperialistas" (como suelen decir ustedes en sus discursos repetitivos) queremos una Cuba que nos permita discrepar, exponer, decidir nuestro futuro, escoger quien nos dirija, sin chantajes aparentes, que por cierto, no pueden ser ustedes, pues escogieron la represión para callar al pueblo, que solo quiere VIVIR, usted no me representa Díaz Canel y así mismo se lo enseñaré de ahora en más a mis alumnos, a los hijos, sobrinos y nietos de ustedes, les daré una excelente Unidad nueva de Historia de Cuba, escrita con la sangre de esta nueva generación, el cambio es ya, USTEDES nos quitaron tanto que se robaron nuestros miedos.
Es imperdonable que estén exigiendo a los jóvenes, universitarios y del servicio militar que salgan a enfrentarse a un pueblo que solo quiere y pide cambios, no ha pensado usted en lo que puede eso ocasionar? Y yo vuelvo a preguntarle Señor Díaz Canel, dónde están sus hijos, el de su esposa, los nietos de Raúl, que son varios, los de todos en el Comité Central, o de los Gobernadores de cada provincia, dónde están, por qué no enfrentan a este pueblo disgustado? Así en la primera línea, junto a ustedes deberían desfilar, como lo planteó el 11 de julio, no fue así? Pues es lo menos que se espera de usted, que engendró la violencia más cruel que se ha vivido en este gran país, mis hijos son míos, no suyos, a ellos no los moverán y ojalá las madres cubanas se unan a este reclamo, que no permitan que se los lleven. Basta ya de preparar largas marchas para aparentar al MUNDO que aquí todos estamos con SU sistema, de acuerdo con ustedes, es mentira y lo sabe muy bien, sabe que son obligadas a punta de chantajes de perder un puesto de trabajo o una carrera o una buena ubicación al graduarse, solo por eso sale el pueblo a un primero de mayo, o a una convocatoria de las que ustedes lanzan, basta de mentiras, el MUNDO tiene que saber nuestra realidad y esta es que queremos libertad.
Solo queda agradecerle por abrir mis ojos a tiempo, cuan equivocada estaba cuando creí en ustedes.
Noooo a su represión!!.
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